Muere la tarde de invierno y también mi corazón. En la parada del viaje a la nada me dices que todo se ha acabado y mis lágrimas toman la palabra para responderte sin consuelo. Duele, duele el amor perdido. Ajeno al llanto que tus cálidos labios beben en mi rostro, el tren del adiós parte sin demora, sin nada que lo detenga, sin mirar atrás.
Tu ausencia se hace dueña de mis noches… y de mis días no veo más que los amaneceres en blanco y negro, huérfanos de tu sonrisa. Se esfuman los recuerdos en la densa niebla del fracaso pero, sin darme cuenta, la vida me lleva hacia otros brazos donde el amor anida. Y bato mis alas a favor de otros vientos… lejos de ti.
Enrocado en la torre de mis dominios, a salvo por las certeras flechas que de mis arcos fluyen, recibo con inquietud un dardo inesperado, fuego amigo que tus largos dedos prenden removiendo mis entrañas. Contacto virtual que mis cimientos tambalea, recuerdos que vuelven para vivir en la realidad de mis días, se agita mi corazón como navío en tempestad y de la tierra firme ni rastro queda.
A tus ojos cantaron mis adolescentes rimas, luceros que alumbraron los tortuosos senderos de mi primer amor, bellas fuentes que se ahogaron en mis lágrimas, arco iris que ahora ilumina el camino de regreso… regreso a ti.
Boca de eterna sonrisa que mi pasión colmó de besos, labios que mis versos hicieron suyos en las frías noches solitarias, palabras que se llevó el viento del olvido, dulce voz que el eco trae de regreso… regreso a ti.
4 comentarios:
vas a conseguir que me haga adicta a ti.....
Eva castro
... gracias, eva ... sólo espero que esa adicción no sea tan fuerte como para caer en la eterna melancolía de mis versos ... la tristeza debe marcar el camino de regreso a la alegría .... gracias¡¡¡
Regreso a ti... con los versos trocados en besos de dulce otoño...
Regresa mi otoño amartelado,
hojas dulces de mi tronco caídas
se acopian en un lecho acolchado,
albergue… a la espera de tu venida.
Torna a tu yerto y baldío invierno,
mi primavera tornasolada y florida,
eclosión de perennes ósculos tiernos
germina en tu desolada boca gélida.
Reaparece mi verano bochornoso,
vendaval de carantoñas férvidas,
ciñéndose a tu cuerpo voluptuoso,
mi piel sobre tu piel… derretida.
Vuelvo al clamor de tu apetencia,
curtiendo con mi querer tu herida,
embriagándote con toda mi esencia,
sintiéndome el bálsamo de tu vida.
Mertxe
.... gracias mertxe ... la magia de tus versos vuelve para quedarse entre mi maltrecha prosa ... y regresa con fuerza, abriéndose paso entre nostalgias y añoranzas, hablando siempre en presente, dejando en el aire el futuro .... gracias¡¡¡
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