jueves, 3 de febrero de 2011

Tan cerca, tan lejos
















En vela, el corazón en un puño. Angustia de amor que alimenta el insomnio, que se sirve como un café cargado, negro, solo, amargo. Secas mis lágrimas, mi alma llora en la penumbra y se aplasta contra la almohada, malherida, rota por todas las costuras, queriendo morir a cada segundo... sin tu amor.

Pasa la madrugada de puntillas, sin prisa, indiferente a mi sufrimiento. Los minutos se hacen horas en tan cruel espera, mis ojos han dejado de parpadear, mi cuerpo vive en un temblor sacudido por la tristeza... Porque sé que nunca te veré, porque mis labios jamás serán el camino elegido por tus besos y porque el amor que me robaste se ha quedado a vivir en tus palabras vacías, para siempre, sin contar conmigo.

La noche, fría como el hielo, se ha arropado con la manta del silencio... y yo, sin decir nada, me he acostado a su abrigo, buscando la calidez de sus brazos vacíos. En el reino de las tinieblas soy su amante eterno, desde que se pone el sol hasta que cada mañana mi vida se ciega al alba, rayos que me parten en mil pedazos, trocitos de mí que sólo recomponen tus besos de plata. Sin mirarnos a la cara, mis ojos sellados a su negrura, acechados por la sombra de tu sonrisa, nos amamos sin freno, medio desnudos, bajo el edredón que descose tu indolencia y que al aire deja la vergüenza de mi último fracaso.

Muere lentamente el crepúsculo... y mi corazón se deshace sin ruido. Sé que estás cerca pero nuestro deseado sueño, lejos de hacerse carne, se escurre entre mis manos, se esfuma como el último tren perdiéndose en el horizonte, se difumina como las señales de nuestro amor. Has venido, te siento, te imagino... pero otros labios se comerán tus besos, otras manos modelarán tu marmóreo cuerpo, otros brazos te mecerán entre sueños. Tan cerca, tan lejos.

1 comentario:

  1. Cercanos mis versos... se adentran en tu prosa esta semana.

    Tan cerca… tu mirada,
    punta de daga,
    en mis malaquitas clavándose,
    con ganas embelesándome.

    Tan lejos… tu osadía,
    brizna de aire,
    sutilmente acariciándome,
    en silencio deseándome.

    Tan cerca … tus labios,
    pétalos rosáceos,
    custodiando besos confitados
    cautelosos para dármelos.

    Tan lejos… tu pensamiento,
    sentimiento apasionado,
    amordazado por el miedo
    a ser desenmascarado.

    Tan cerca… tus manos,
    alas aterciopeladas,
    cohibiendo las caricias
    en los bolsillos atesoradas.


    Tan lejos…tan cerca,
    tan cerca … tan lejos,
    mañanas ,tardes y noches
    para consumar nuestro deseo.

    Mertxe

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