Vagan errantes por el blanco vacío de un papel virtual inmenso como un desierto. Son sólo palabras que fluyen vivas y que a veces tienen sentido.
jueves, 19 de julio de 2012
Amor sin tiempo
Entre tú y yo la noche es la distancia. Y nuestro amor, como el idilio platónico que alimentan la luna y el sol, aguarda en el mundo de los sueños esperando ese eclipse que nunca llega. La inmensidad de la noche es el tiempo que nos separa, y no pasa un día sin que mire con desprecio a otro amanecer más sin tus besos en mis labios.
Yo te pido tiempo y tú me das la vida entera... pero huyo de ti a lomos de mis palabras, veloces como flechas. Y la noche, de la que soy rehén eterno, apaga los latidos de mi corazón para que no los oigas... no sea que descubras mi deseo en esa estrella fugaz que ilumina la miel de tus ojos, no sea que el alba despierte en tu alma mi amor por ti.
Me dices que no hay tiempo que perder si tenemos toda la vida por delante. Y, henchidas de tu amor las velas, te haces a la mar para romper las olas de mi interesado olvido, para derrotar a la tempestad que tras de mí dejo en mi huida sin rumbo, para doblegar la resistencia del puerto en el que mi anónimo amor se cree seguro.
Tus ilusiones me quitan el sueño, apareciendo y desapareciendo entre las brumas del pasado. Pero su presente sólo es un espejismo que se esfuma como el vaho en el cristal del tiempo que devora nuestras vidas. Entre tú y yo el amor se muere cada día un poco más, dejando para mañana los besos que de deseo nos matan hoy, agotándose vacías las horas que nuestros cuerpos reservaron para fundirse... amor sin tiempo.
Amor sin tiempo entre tú y yo, amor desmesurado, amor sempiterno...
ResponderEliminarPasión sin intervalos, ni calma,
sin compás que mida
la melodía de nuestra llama,
una salaz sinfonía estalla.
La noche de tu cuitada mirada
se enmaraña a las hebras
de mis luceros de gata,
un férvido chispazo se desata.
Confitan tu boca acidulada
mis besos de miel de caña,
baño de emulsión azucarada
a tu vehemencia congelada.
Amor sin tiempo, ni amarras,
sin dique que contenga
el fluir de nuestras ganas,
con la osadía como oriflama.
Mertxe
¡Cómo echaba de menos estas flechas que aderezan mis desayunos! Me alegra mucho comprobar que seguís en plena forma regalándonos vuestros preciosos escritos.
ResponderEliminarUn Abrazo queridos Pablo y Mertxe, gracias!!
.... gracias amaia ... nada más feliz para la poeta y su aprendiz que satisfacer tu paladar más exquisito ... seguiremos llegando a tu corazón ... besos¡¡¡¡
ResponderEliminar