martes, 21 de agosto de 2018

No te quiero querer


Hoy era un día más. Uno más de un verano menos, uno menos de una vida que, sin darme cuenta, se apresta a dar la vuelta a la esquina caminando hacia un oscuro final cuyos versos no están escritos, un desenlace que se acerca desalmado jugando a parecer lejano.

Y esta noche he acabado contando las estrellas bajo el manto de la luna…. mil y una veces porque cada dos por tres me perdía cegado por la luz que de tu hermoso corazón emanaba, sabiendo que nunca me saldrían las cuentas porque tu estrella es de otro universo, suspendiendo con los números porque el amor hace tiempo que es una asignatura pendiente.

Iba a ser un día más, pero tú eres el sol que me ha amanecido…. y cómo renunciar a la calidez de tus abrazos imaginados cuando ahí fuera hace frío, y cómo no dejarse acunar por la suave voz de cuento que susurra en tus labios, y cómo mirar para otro lado si tu sonrisa nunca vista me ilumina a todas horas en el mundo de los sueños.


Y esta noche las estrellas me han contado que mi corazón se muere si no ama…. y que la solitaria oscuridad de las noches sólo alumbra versos tristes, y que el amor, como la sangre, debe brotar de nuevo, y que alguien les ha dicho que juntos dibujamos una órbita de otra galaxia.

Te diría que no te quiero querer…. pero no hay una isla a la que huir de náufrago como muchos ‘Pablos’ claman en una canción; pero soy el único girasol rebelde que le da la espalda al astro rey sólo para contemplarte, pero no hay una sola ola en el mar que no quiera morir en la playa, pero mi corazón prefiere malvivir amando hasta la locura que esperar a que la eternidad apague una vida gris que nunca pintarías en tus cuadros.

No te quiero querer… canta un fado esta noche de melancolía en la que su tristeza se ha enredado entre las maltrechas cuerdas de un violonchelo callejero.

No te quiero querer… entona en el ocaso de su vida un marinero ebrio que surca su propia soledad bebiendo mares de whisky en uno y otro bar.

No te quiero querer… piensan los peces de la ciudad que nunca se han mirado en ese océano tan turquesa como inmenso que vislumbro en tus ojos.




Nota para quien llegue aquí: Mis disculpas (y agradecimientos sinceros) a Pablo Alborán y Pablo López porque este texto juega con algunas frases de la canción 'Peces de ciudad'. 


2 comentarios:

  1. Lo siento. He entrado por casualidad y me han emocionado tus palabras. Muy, muy bonitas.

    ResponderEliminar

  2. No te quiero querer sin poderte ofrecer
    la esplendorosa sonrisa de mi sensatez
    esbozada cada día en mi satinada tez
    alumbrando con certidumbre tu renacer.

    No te quiero querer sin ver reflorecer
    con fertilizante de mi vigorosa avidez
    las flores agostadas por tu languidez
    y ahogadas por desengaños del ayer.

    No te quiero querer sin tener tu calidez
    ni me quiero ver sola en tu anochecer
    sin tus dulces labios lamiendo mi piel
    envuelta por tu manto de embriaguez.

    No te quiero querer sin sentir amanecer
    arropada junto al rocío de tu desnudez
    con los destellos del sol atusando mi ser
    sorbiendo gota a gota el licor del placer.

    Mertxe

    ResponderEliminar