Cierras mis ojos y yo los
tuyos. Y en el túnel del tiempo que recorre nuestro amor, en la oscuridad más
absoluta, te siento tan cerca como nunca has estado. La música de tu voz me cautiva
sumergiéndome en la melancolía del pasado pero, apocando la cantinela de lo que
pudo ser y no fue, ya suenan los primeros acordes de una nueva sinfonía.
Sé que estás ahí, a unos
escasos centímetros de mis deseos, mordiéndote los labios, con el corazón
desbocado y el alma en mil pedazos rota, queriéndome decir que te diga que te
quiero. Clavas tus ojos apasionados en mi rostro, se encoge mi cuerpo cobarde
mirando hacia otro lado.
Sabes que me tienes, que el
pasado es un viaje al presente de mis versos a corazón abierto deshilachados. Y
en el espejo de mis ojos te dejas cubrir por la niebla del amor más puro… amor
que brilla en cada rayo de tu sonrisa, amor que es luna llena en mis noches
vacías, amor que sueña con volver a ser de nuevo el primer amor.
Abre las puertas de tu noche
a la locura de lo imposible… acerca tus labios a los míos para que los besos
dejen de ser sólo sueños, demos rienda suelta a nuestras manos para que inventen
miles de caricias, selle mi piel ardiente a la tuya para inmortalizar nuestro
amor en un tatuaje eterno.
Sueño… sigo soñando con la
mirada perdida en el infinito de tus ojos, paralizado por la realidad de tu
boca cercana, muriéndome a cada segundo por fundir tus besos y mis sueños.