miércoles, 7 de enero de 2015

Lo imposible

Vana ilusión que por dentro me quema y que a la intemperie de la cruda realidad se muere; amor que cada noche emerge entre sueños y solo, siempre solo, emprende viaje en la madrugada sin destino, sin un corazón que le aguarde.

Se alza el sol al ocaso, y se deja rodear en la noche por miles de estrellas incrédulas… como mis dedos se enlazan por sorpresa en los tuyos y conquistan al asalto tus cálidas manos, derribando las barreras del olvido, ganándole la partida al tiempo… lo imposible.



Arde el agua en la hoguera y se rinde en los brazos del fuego, abandonándose al placer de la muerte, dejándose la vida en el abrazo de amor más deseado y más dañino… como mis labios abren la puerta de tu hermosa boca, permitiendo que mi lengua se ahogue en tu frescura, apagando su sed con el néctar de tu manantial inagotable, mordisqueando atrevidos la carnosa piel de tu fruta prohibida… lo imposible.

Muere el mar en la orilla, empujado por olas suicidas sin retorno, a merced de los vientos que peinaban su altiva cresta, huyendo del horizonte que fue su ingrato espejo… como mis ojos se bañan en la miel de los tuyos, mirando cada amanecer a través de tus ventanas, cerrándose a cada segundo seguros de que jamás te perderán de vista… lo imposible.

Tocar entre versos lo imposible, amarte como si no hubiese pasado el tiempo, despertar cada amanecer a tu lado, confundir la realidad con mis sueños, vana ilusión, amor que emerge cada noche… lo imposible.