martes, 29 de junio de 2010

Cafés helados

Mis dientes se hielan a tu paso, tirita mi corazón y al final del sorbo, con el último suspiro, el latido golpea más fuerte en mi pecho. Quiero verte, cierro los ojos, se escarchan mis labios pegados....queriendo lanzarte un beso.

Como todas las tardes, antes de ponerse el sol, pido dos cafés....el tuyo y el mío. Negro y amargo para mí, azucarado y nevado para vos, dulce como te extraño. Nariz pegada a la ventana de la vida, escudriño rostros que van y vienen, busco tu avatar de rojizos cabellos....pero me duele la mirada, perdida en el infinito, llorando su miopía, agonizando ciega sin tu sonrisa.


Otra gélida flecha de cafeína atraviesa mi garganta, recuerdos de hielo florecen en su camino, explota tu ausencia en mi corazón. Y cuando te vas, en mi boca queda tu dependencia, droga dura que me engancha, vivo amor que me mata. Y me dejas con tu miel en mis labios mordidos, ebrio de una eterna sed que nunca se calma, ávido del deseo de fuego que jamás se extingue.

Clavo los ojos en mi tacita, vacía; en la tuya, el amor se sobra, se desparrama tu añoranza y la tristeza lo inunda todo. Fría como el témpano, el asa se agarra a mis dedos y mi boca grita otro café, ahora el tuyo. Y pasa el trago, otro más....y mi alma, henchida de soledad, plañe en cada gota.

Se consume la tarde, caduca hoja de mi existencia que muere. Y en la noche de mi invierno reina la luna. Radiante, se acicala en el fondo de mi taza, espejo de su plateada porcelana en la que yo sólo te veo a ti. Y a tu alrededor, los restos del café son estrellas que arrojan luz en mis sueños.

Cafés, siempre dos. Cafés helados por la infinita espera....que me dejan tu poso, que bebo a pares y pido de dos en dos, el tuyo y el mío....por si un día llegas.

lunes, 21 de junio de 2010

Retoques de amor anunciados


Hizo más grandes sus pechos, cuadró la imagen y le dio unos retoques con el ‘photoshop’. Redondos y apetecibles, los había encontrado en un ‘playboy’ que yacía en su cajón. Mañana serían objeto de deseo en el rotativo local.

“NOVEDAD.
TANIA, RUBIA EXHUBERANTE, 1,75 M. 120 PECHO
SEXO SIN LÍMITES. EN CASA Y A DOMICILIO. 6969696969”

La prostituta estaría satisfecha, sin duda. Se disponía a subir la foto cuando recordó que debía esconder sus pezones. Unas estrellitas robadas bastarían para tapar los ojos de la censura....los del deseo lo imaginarían todo.

Era su trabajo, la misma rutina, un día tras otro. Nada creativo....dinero, sólo dinero. Sus estudios de arte eran sólo un brochazo difuminado; sus mil tardes a la orilla del Sena, un vago recuerdo, apenas una afición que repintar en noches tristes y lluviosas, cuando los niños duermen.

Repasaba sutilmente el anuncio cuando Tania se le quedó mirando. Y se reconoció a sí misma en el espejo, rizos rojos en el cabello y verdes ojos agazapados tras una mirada melancólica. Se vio en un cuerpo que no era el suyo, con una vida que nunca soñó....sin amor.

Guardó los últimos cambios y dejó la página de anuncios clasificados lista para impresión. Resignada, con un suspiro, levantó los ojos de la pantalla y lo vio ahí, a unas mesas de distancia, como siempre. Su amante imposible tecleaba una noticia de última hora. No hacía mucho, esos mismos dedos le escribieron sus únicas cartas de amor, recitando a corazón abierto los versos más apasionados. Y cada ocaso, habían resbalado por su piel en caricias furtivas....

Pensó en su vida y en la de Tania, simples retoques con apariencia de amor, sexo a cambio de una relación de conveniencia. Y pulsó el botón de continuar.

La fotografía es de Matteo Nazzari y se titula 'Me too'.

martes, 15 de junio de 2010

El RT de su vida


Miró a ambos lados. Nadie reparaba en ella… como casi siempre en la vida gris de su gris oficina. Nerviosa, respiración agitada, corazón en un latido, era el momento de lanzar el tweet. Pisó la tecla de retorno con el anular, enjoyado dedo que por un día rompió su propio verbo para iniciar un inesperado chat. “Gracias por RT…nos seguimos leyendo”. Unos cuantos caracteres para rendir gratitud y anunciar promesas, una nueva vida que nace en pocas palabras, un horizonte que se abre de par en par…

Bajo la atenta mirada de la luna, que se asomaba a la claraboya, garabateó ideas ilegibles, una frase acá, una palabra allá, letras inconexas, sin alma todavía. En el negro silencio, roto solo por el aletear de estrellas fugaces en tránsito, las manos taparon su rostro en busca de inspiración. Jugó a imaginar, imaginó que jugaba… cómo sería el misterioso autor del retweet, R y T mayúsculas como único rastro, un arrobado nombre más escondido tras el antifaz de un avatar.

La noche se consumía entre rima y rima. Y su corazón, en un puño, latía largo en cada sonsonete como si fuera el último suspiro. Versos para el olvido, el tren llegaba con retraso a su vida, destino tardío y lejano, muy lejano. Pero siguió imaginando que jugaba, jugó a seguir imaginando… un paraíso imposible donde los sueños respiran. Susurros al oído, sonrisas pintadas, besos que se comen todo, cuerpos retorcidos al hervor de las caricias, sexos que gritan exhaustos de pasión.

Abrió sus ojos con la mirada perdida, sin hacer foco en la pantalla que tenía delante, un indisimulado gesto de satisfacción en su faz. Mientras volvía en sí del fogoso mundo onírico, notó a su alrededor envidias afiladas, interrogantes detrás de las corbatas, desdén final que aguarda a quien como ella vive en la bendita locura. Orgullosa de su fortuna, cerró Twitter sin esconderse, a la vista de todos. Y con una media sonrisa volvió a estampar sellos en amarillentos legajos… recordando feliz el RT de su vida.

Lore di Luciano es la artista que ha diseñado la imagen, puedes seguirla en Twitter ... es @loremac.

martes, 8 de junio de 2010

Deseos de chocolate


Escalofríos. Un denso río manaba pecho abajo y su calentura se hizo mía. Mordí tus cercanos labios y lo entendí. Deseos de chocolate entre tus dientes de marfil, pero también sobre mi piel. Hambriento, devoré tu boca espesa, dulce y amarga, mientras mi cuerpo se estremecía a merced de tus caprichos.

Tu lengua ávida recorrió todos mis rincones como caminante sedienta en el desierto, explorando los tesoros escondidos, endulzándolo todo con el cacao azucarado. Cegado por el éxtasis, me rendí a tus manos. Y tus deditos cariñosos y traviesos hollaron embadurnados mis músculos, izando la bandera de la satisfacción más extrema en cada uno de mis poros.

Complacido, en deuda ... me perdí en tus montañas para buscar ese soñado placer. Y en la turbulenta travesía enfilé ruta hacia tus pequeñas colinas mientras un terremoto sacudía tu ser y hacía temblar el mío. Mis dientes se clavaron con suavidad en tus tersas y turgentes alturas. Respondieron con dureza tus pezones de plata, pero al acoso de mi lengua embebida abrieron con bondad sus pétalos de rosa.

En la agonía del deseo, descendí a tientas por tus pechos hacia el valle del placer. Ojos cerrados, los tuyos y los míos, cata inagotable del mejor de tus dulces, mis dedos se adentraron por tu ligero bosque hasta llegar a la orilla. Y en la playa de tus gemidos, mojé mis sueños. Y me zambullí sin miedo en tu mar abierto, donde invisibles sirenas recitaban poemas indescifrables de susurros y quejidos, donde las olas arrastraron mi barco en deriva hacia el abismo del amor sin retorno. Y después de la explosión tempestuosa ... mis labios se abrazaron a los tuyos en otro beso. De chocolate.

La imagen es obra de la diseñadora argentina Lore di Luciano (puedes seguirle en twitter, es @loremac).