Entre versos

Vienen tus besos a buscarme, apasionados sin medida, dejándome perdido de amor. Y en su fluir aletean entre mis labios posando el néctar del placer, como si fuese la primera vez, cerrando mis ojos para poseerme cuando el amanecer barrunta entre claroscuros un nuevo día. 

Me dices que nuestro amor vive entre versos.... y siento que la vida ha dejado nuestra historia en manos de un poeta, dibujada por mi prosa que siempre quiso ser poesía, hilvanada por tus sentimientos que mi alma rota cosen cada día.

En blanco los capítulos que nos quedan por escribir juntos, suena una canción eterna a dos corazones interpretada al piano, y cada caricia en las teclas de nuestros entrelazados dedos es un nuevo beso en el que nos fundimos, y cada nota es un suspiro que a los cuatro vientos canta el eco.

Y la lírica que flota en el aire tiene a nuestro amor confundido, porque vive inquiriendose si algún día la poesía superará en belleza a nuestra realidad, porque piensa que nuestras voces se tocan en besos arrullando sueños cada noche, porque no se imagina otra vida que no sea entre versos. 

Algo de mí

Sobre la mesa, entre garabatos de pasión y un mar de espacios en blanco, aguardan mis nuevos versos la llegada de tus ojos.... como si fuesen nieve virgen recién sembrada en el camino de tu existencia, con la ilusión de volar por primera vez en tus labios hacia la utopía de otros mundos, ansiosos por descubrir su belleza mirándose en el espejo de tu sonrisa.

A veces suaves, otras veces salvajes, mis besos se impacientan mientras esperan entre mis labios la frescura de tu hermosa boca.... porque quieren ser tu néctar de cada día y hablarte de mi amor en cada delicado roce, porque se mueren por ser el preludio de una sinfonía tocada a dúo sobre nuestros cuerpos.

Flotando en el aire, sombras dibujadas por la luz de la luna en tu desnudez, se frotan mis manos ante la locura de llenarte de caricias.... y mis dedos anhelan recorrer sin desmayo toda tu orografía, haciendo de tu piel un mar de gemidos, profanando el más prohibido de tus secretos para encender el volcán de placer. 

Y mi corazón, también mi corazón es tuyo, un día y todos los que amanecen en nuestros brazos, una noche y todas las que arropan nuestros sueños.... y a cada segundo no te faltarán cálidos besos que echarte a la boca ni versos de amor que te emocionen, y cada momento será el mejor para rendirte a mis caricias, para tener algo de mí, algo de mí.

Sin dejarse ver

Invisible, llenándolo todo, va contigo y viene conmigo, y nos abraza a cada momento, sin dejarse ver pero mostrándonos en nuestra piel todo eso que nos une, pintando en tu rostro mi sonrisa, agitando tu cuerpo en mis caricias.

Invisible, vaciándolo todo, se ha quedado a vivir en tu pecho y en mi rebelde corazón, enterrando los recuerdos en un pozo sin fondo, empujándonos sin miramientos a una nueva vida que de las anteriores nada sabe, hablándonos del futuro en cada beso, sacudiendo mi desnudez en tus seísmos.

Es el amor…. que nos tiene cautivos, que ocupa cada segundo de nuestro escaso tiempo, que sin sentido deja todo lo que tú no eres, que lucha por no estar visto ni visto quedar para sentencia, que cada día crece en tus 'tequieros' y en mis deseos. Invisible, en cada beso, sin dejarse ver.

No hay nubes ni fronteras cuando se deja volar al amor.... y los besos son estrellas que escapan de nuestros labios para ser la estela de su paso en el cielo, y tus caricias son mariposas que revolotean en torno a mi desnudez casi sin tocarme, y mi corazón es ave que en busca de tus cálidos abrazos migra sin retorno.

Volamos, volamos juntos.... porque ya hace tiempo que de vértigo es nuestra vida, porque no hay lastre en las alas que frene nuestro viaje, porque sólo la luna conoce el rumbo de nuestra aventura definitiva, porque el amor nos concede este último vuelo. Invisible, sin dejarse ver.

Como un golpe de mar

A duras penas, con el alma cansada y el corazón abatido, pensando en ti sin saberlo.... así escalé hasta lo alto del precipicio de mi vida. Y en el promontorio de mis pesares, bajo mis pies una caída libre sin otro vértigo que la desdicha, quería buscar de nuevo el amor extraviado en medio de la atroz tormenta de mis días.

Cada noche trepé a la colina sembrada de esperanza, durante días, semanas o quizás meses, yo qué sé.... el tiempo se había detenido para roer sin piedad mi pena, las gaviotas ya cantaban a coro mi llanto y la lluvia lo era menos sin el caudal de mis tristes lágrimas.

Desde las alturas mis ojos surcaban las olas del pasado.... anhelando que un golpe de mar me hiciese saltar por los aires hasta tus brazos, deseando que tu cuerpo fuese la salvación de mi enésimo naufragio, soñando con tus besos envueltos en la frescura de la brisa nocturna.

Y de la noche a la mañana, sin más ruido que tu sonrisa al amanecer, dejándote llevar por la marea hasta mi playa a la luz de la luna....  hoy agitas mi corazón salpicándome de amor hasta el extremo del cielo, y hundes para siempre los restos del ayer nadando a mi lado, y rompes amarras para embarcarme rumbo a la felicidad de lo desconocido, como un golpe de mar.